Todos los electrodomésticos cuentan con una etiqueta que indica su consumo y evalúa su eficiencia energética
Este tipo de categorización de los electrodomésticos según su consumo existe desde el año 1995, no obstante, ahora ha sido actualizada con algunos cambios.
El etiquetado se ha simplificado y, a diferencia de antes que se utilizaba una distinción de A+, A++, A+++, etc., ahora se clasifica la eficiencia en una escala de A (más eficiente) a G (menos eficiente).
De esta forma, un producto que anteriormente era clase A+++ podría haber pasado a ser clase C o D en el nuevo etiquetado. En este caso, es importante recordar que el electrodoméstico no consume ahora más que antes, sino que se ha realizado un reescalado del consumo.
Con esta nueva versión del etiquetado se intenta facilitar la lectura y el entendimiento al cliente para que pueda ver de una forma más sencilla que electrodomésticos son más eficientes. Esto es muy importante a la hora de elegir un nuevo aparato para nuestras casas, ya que escoger un electrodoméstico más eficiente hará reducir notablemente nuestra factura de la luz y cuidará en mayor medida el medioambiente.
