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Los 4 pasos para conservar tu nevera de segunda residencia

Si tienes una segunda residencia en la costa, o en la montaña este artículo es para ti. ¿Alguna vez has llegado a tu segunda residencia en primavera y te has dado cuenta que la nevera no estaba en su máxima esplendor? ¡Siguiendo los consejos que te proponemos a continuación, aunque este electrodoméstico esté parado durante meses, cuándo lo vuelvas a necesitar estará cómo nuevo!

1. Vaciar y desenchufar

Vacía todos los alimentos de la nevera y el congelador, y cuándo ya esté vacío desenchufa la toma de corriente.

2. Descongelar

Espera a que la nevera y el congelador (si es un combi) se descongele por completo. Puedes poner toallas alrededor de la base de la nevera para que absorban el agua que pueda caer.

3. Limpiar

A continuación, limpia bien toda la nevera y los estantes, así como los cajones del congelador. Asegúrate de que la nevera esté bien limpia y libre de restos de comida. Con un aspirador, limpia bien la parte de atrás de la nevera, asegurándote de eliminar el polvo y telarañas que puedan haber.

4. Ventilar

Finalmente deja las puertas del frigorífico y el congelador bien abiertas para que quede ventilada y asegúrate de que no se van a cerrar. Procura dejar la nevera a salvo de la oxidación, el exceso de humedad, el sol o el calor y frío intenso. Por lo tanto evita dejarla en la intemperie o en algún sótano húmedo, ya que estas condiciones podrían dañar el aparato.

 

¡Si sigues estos trucos podrás regresar a casa tranquilo, que cuándo vuelvas a tu segunda residencia la nevera va a estar lista para su uso!